Lo que cuesta un café

miércoles, septiembre 06, 2006

Por el precio de un café nos ponen una taza, un plato y una cucharilla. Nos dan café, azúcar o edulcorante, un vaso de agua, una aspirina si nos duele la cabeza, bicarbonato, una mesa y una silla... Nos dejan el periódico, un bolígrafo, usamos el perchero, la luz, la calefacción, el aire acondicionado, es decir, cobijo para resguardarnos del frío, el calor, la lluvia o la nieve. Vemos la televisión u oímos la radio. Podemos hacer nuestras necesidades e incluso nos dan conversación y nos enteramos de las noticias y los resultados deportivos. Podemos observar, pensar, estudiar, leer, escribir...

Y de verdad ¿es caro un café?




Hace tiempo en un bar una fotocopia, de esas creadas no se sabe dónde y difundidas gracias a este bendito coladero que es internet, reinvindicaba como antecede el precio que los menesterosos hosteleros nos cobran por un café...

Después de visitar la zona cafetalera de Nicaragua, de conocer a Don Alfredo, Doña Elsa, Doña Juanita, Hanibal, Alfredo, Luis Fernado, Enoch...

Por el precio de un café, un campesino se levanta a las cuatro de la mañana durante los tres meses que dura la cosecha. Escoge uno a uno los granos porque el café es caprichoso y no madura todo a la vez sino grano a grano, desafiando a las leyes de mercado. Recoge más de 50 kg de café en latas que le pagaran a mucho menos del precio de un café.

Por el precio de un café sus hijos saldrán a las once de la escuela e irán a llevar la comida a sus padres y a recoger también ellos sus "latas" de café. Estarán hasta que anochezca para, el que aún conserve fuerzas y voluntad, terminar agotados haciendo las tareas a la luz de la candela (en los cafetales de Nicaragua no hay luz y si la hay Unión Fenosa se encarga de cortarla)...

Por menos del precio de un café al día, cientos de mujeres trabajarán en el beneficio del café removiendo el grano húmedo al sol para que se seque uniforme, rastrillo en mano bajo el sol del trópico... Por menos del precio de un café otras tantas pasarán ocho horas al día seleccionando con sus manos el grano defectuoso, con mancha, con defecto... que queda para consumo nacional...


Por el precio de un café los campesinos se unirán en cooperativas para exportar su producto a nuestros países. Y una vez aquí será difícil encontrarlo porque el COMERCIO JUSTO no está en los supermercados...

¿Y aún te parece caro el precio del café?




Puedes informarte del café de Nicaragua en www.conleon.org

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que de verdad me parece raro es que haya gente incapaz de abrir los ojos para ver lo que hay en esos paises, y que vivan en la ignorancia con el pensamiento de que todo el mundo vive tan bien como nosotros; a muchas personas de este mundo les gustaría despertarse y decir, tengo que ir a trabajar 8 horas, levantandose de una cama en una habitación con calefacción y buena iluminación, y como tu dices Pepe... aun hay gente que se queja por pagar 1 euro por un café.

SALUDOS DE TU EXALUMNO JAVIER MARCO.