Las 1001 "visitas"

sábado, septiembre 30, 2006

Las mil y una noches es el relato de cómo una historia (o cientos) puede salvarte la vida. Sherezade debe contar al sultán una historia cada noche y mantener su atención -y su aprobación- si quiere conservar su hermoso cuello intacto. En estos días, esta pequeña página que trata de ser una mirada y una ventana al mundo (o desde el mundo o por el mundo que, al cabo, todo es lo mismo) ha recibido su visita número 1001; y las palabras se han hecho cuentos y el narrador, contador de historias que, al menos, tratan de salvarle la vida al mismo que las vomita, que las escupe o que las posa con infinita tenura sobre las almas de cuantos las reciben.

Gracias a las más de 1000 visitas en apenas un par de meses el frágil hilo de la narración no se ha roto y permite que uno siga escribiendo pensando en los ojos de una niña que mira, que escucha con la expectación del que sigue abierto a la sorpresa, a la compasión, a la conmoción que un puñado de palabras pueden provocar en el corazón de hombres y mujeres de bien.

Un blog es como las 1001 noches... en cada párrafo, en cada título, en cada pensamiento, metáfora o indignación... se juega uno la vida, el sentido y las ganas de seguir emborronando el lenguaje con palabras pequeñas, cotidianas. En cada texto se somete uno a la aprobación del puñado de fieles que a menudo buscan en el mar de la información que es internet, unas palabras descanso, unas palabras de mar en calma. Y cada vez que un click se posa con dulzura sobre las historias, estas cobran sentido, se realizan, crecen y estallan, convirtiéndose en lo que siempre debieron ser: palabras para compartir.

BIENVENIDOS...

jueves, septiembre 28, 2006

Dar la bienvenida significa estar esperando. Damos la bienvenida al nuevo curso y a los nuevos proyectos, a los propósitos otoñales de septiembre, al gimnasio y a los parches de nicotina. Damos la bienvenida a las primeras fiestas laborales después de la vuelta al trabajo... Damos la bienvenida al futuro que nos espera prometedor, grandilocuente... "civilizado"

Y sin embargo hay algunos a los que NADIE ESPERA

  • Tres inmigrantes muertos entre los 430 llegados hoy a Canarias en seis cayucos
  • Cinco muertos en nuevo asalto en la frontera en Ceuta
  • Se cifra en 300 los inmigrantes muertos este verano intentando alcanzar la costa mediterránea

Dar la bienvenida significa esperar lo mejor. Tenemos confianza en el futuro, en nuestra formación, en nuestras capacidades, en nuestras sociedades cada vez más acomodadas... Esperamos lo mejor de nuestros países... Hemos recuperado hasta un poquito la confianza en nuestros políticos (al menos como gestores del bienestar)... No sólo "vamos bien" sino que "iremos mejor"... Damos la bienvenida a los avances tecnológicos, a la reforma educativa, a la paz social...

Aunque hay otros de los que NO SE ESPERA NADA

  • El presidente de la Conferencia de Ministros de Interior celebrada en Alemania llegó a decir que "España no se va a hundir por 20 000 ó 25 000 hombres que lleguen a Canarias"
  • 3500 inmigrantes salieron de Canarias en los últimos doce días...
Demos la bienvenida a los cambios, a las novedades y a los buenos propósitos pero recordemos también a todos aquellos que no son bienvenidos en ninguna parte y no cerremos los ojos al dolor que cada día llega a nuestras costas mientras nosotros echamos de menos nuestras vacaciones en este difícil septiembre.

SEPTIEMBRE "El primer trago de cerveza"

domingo, septiembre 24, 2006

Un francés Philippe Delerm escribió hace apenas unos años un pequeño y exquisito libro titulado así "El primer trago de cerveza... y otros pequeños placeres de la vida". Una metáfora de lo inaprensible recogida en lo más pequeño, cotidiano. Entre aquellos placeres que el galo recogía, uno que en estos días disfruto: el primer jersey de lana del otoño.

Septiembre es el mes de los comienzos, de los propósitos, de las buenas intenciones... y del otoño. El mes en que los afortunados disfrutamos de un cambio de estación que nos permite acostumbrarnos, prepararnos al frío que vendrá seguro, al invierno que nos traerá la rutina y el ritmo pausado de la ciudad casi adormecida, escarchada por el viento y la nieve. Las estaciones "entre tiempo" nos dejan a su paso el desasosiego y la prisa de un curso que comienza, de un nuevo tiempo en el que entramos y que ya se consume... y el placer ilimitado de las primeras lluvias que rompen en los cristales en la madrugada, el primer jersey de lana abrigando nuestra piel después de meses de verano viviendo a la intemperie del ocio y el descanso. Las estaciones "entre tiempo" son tierra de nadie. Tiempos impredecibles y promesas de futuro. Imagino un mundo vivido "entre tiempo", la historia de un hombre detenido en el incierto y suave tiempo del otoño, un hombre instalado en el cambio, en la incertidumbre y la inseguridad con el aplomo de los ancianos que recuerdan otras lluvias y otras tormentas, con la inconsciencia de los niños que saltan sobre los charcos y juegan con las hojas que caen.

Ante el septiembre hambriento y apresurado del trabajo y la vida adulta, ante los días repetidos año tras año me escabullo en el pronóstico incierto del tiempo de mañana y preparo sobre la silla mi primer jersey de lana.

La vuelta al cole..."de ventanas y de puertas"

martes, septiembre 12, 2006

Septiembre es el mes de los principios. La "vuelta al cole". La vida vuelve a sus cauces cotidianos, a su miserias y a sus milagros "de andar por casa". Muchas agendas no comienzan ya en el mes de enero sino en septiembre, el mes de los principios.

Miles de niños y adolescentes, cada vez más diversos, cada vez más distintos y siempre tan iguales como siempre, comienzan estos días su nuevo curso escolar. Miles de profesores, educadores y padres recomienzan su labor y tratan de renovar la ilusión entre el desencanto y las dificultades de cada día.

Para muchos la educación es como una puerta abierta por la que "mirar afuera". Una puerta que invita a entrar, que invita a asomarse al exterior, una puerta (o cientos de ellas) que lleva al futuro, a la felicidad en el mejor de los casos... Una puerta que muchos padres y educadores no se atreven ya a cruzar pero que aún señalan a los niños y jóvenes que pasan a su lado. Una puerta que tal vez tiene demasiados barrotes que protegen lo que hay dentro pero impiden llegar afuera. Una promesa. Posibilidades. Oportunidades. Futuro.

Es importante que la educación sea la "puerta" que permita que nuestros niños y jóvenes entren de pleno derecho en esta sociedad nuestra (tan poco social, y tan poco "nuestra") que la atraviesen y transformen y reparen los sueños que hemos ido rompiendo con los años y las decepciones. Es importante señalar las puertas que abran el futuro.

Pero todavía mejor enseñar a no quedarse ahí, a no mirar sólo las "puertas oficiales" que la sociedad nos (les) ofrece, enseñar a ser capaz de buscar alternativas, enseñar a atreverse a ser diferentes de nosotros, mejores. Atreverse a usar LAS VENTANAS. En este mundo lleno de hermosas puertas que ofrecen un futuro artificial tras unas rejas (la desinformación, la manipulación, la injusticia, el orden establecido) que impiden luego atravesarlas... siempre quedarán las VENTANAS. Ventanas para asomarnos al mundo o para entrar en él. Ventanas para crear su propio camino, ventanas para saltar al interior de un hogar (este mundo de todos) que les necesita más de lo que se atreve a reconocer. Ventanas donde los niños y los jóvenes de hoy tiendan sus telas de colores y lo cambien todo.

El buen profesor muestra a sus alumnos las puertas que se le ofrecen delante e incluso les da las "llaves" para franquearlas. El profesor osado, valiente, honesto, ilusionado, utópico les señala también las ventanas por las que colarse y transformar un mundo con el que no podemos estar conformes.

felicidades

jueves, septiembre 07, 2006

Feliz cumpleaños, feliz aniversario, feliz...

A veces las palabras se quedan cortas. Les quedan estrechas como un traje mal cortado a personas demasiado grandes, demasiado generosas, demasiado vivas... Entonces aparecen los plurales y las palabras se multiplican, se ensanchan, se expanden, se elevan y rodean con su magia a quien las merece: FELICIDADES

Porque son muchas las "felicidades" que le deseo. Porque son diversas y adoptan cada día una forma distinta. Porque son tal vez pequeñas, cotidianas, sencillas... pero necesarias, hondas, sinceras...

Le deseo la felicidad de sentir el cariño de los suyos siempre. La felicidad de los cercanos (alejados en el espacio o no) que llega en forma de llamadas perdidas, mensajes o voces familiares, amigas.

Le deseo la felicidad de seguir ampliando ese círculo que con tanto celo custodia. La felicidad de las nuevas vidas que se asoman a la suya para completarla, para hacerla más ella.

Le deseo la felicidad de amar la vida sin límites, exageradamente, desesperadamente a veces... la felicidad de los excesos, la felicidad del apasionamiento, la felicidad de la montaña rusa de las emociones vividas con hondura y sin guardarse nada para mañana...

Le deseo la felicidad de seguir conservando un espacio para sí. Un espacio físico y mental porque un alma tan grande necesita un lugar pequeño para recogerse y respirar.

Le deseo la felicidad del futuro, de las ilusiones, de los sueños... de los cientos de proyectos, de las danzas y las fotos, del mañana lleno de sorpresas, de lo incompleto, de lo que se va haciendo minuto a minuto...

Le deseo la felicidad de la sabiduría. La que dan los años y el hambre de saber, la curiosidad y la pasión. La sabiduría de conocerse a sí misma, de tomarse distancia, de tener cada vez más sentido... (también del humor).

Le deseo la felicidad de la risa, de la complicidad, de sentirse parte de algo más grande que uno mismo, de creer, de dudar, de interpelarse, de acoger.

Le deseo la felicidad de ser como una lengua de tierra que recoge en sus orillas a un mar bravío de agua dulce, miedo, inseguridad, dudas y quebrantos y a un mar en calma de susurros de palabras que sólo ella conoce, que sólo ella merece.

Y para mí sólo un deseo: que pued
a compartirla (s) con ella.

Lo que cuesta un café

miércoles, septiembre 06, 2006

Por el precio de un café nos ponen una taza, un plato y una cucharilla. Nos dan café, azúcar o edulcorante, un vaso de agua, una aspirina si nos duele la cabeza, bicarbonato, una mesa y una silla... Nos dejan el periódico, un bolígrafo, usamos el perchero, la luz, la calefacción, el aire acondicionado, es decir, cobijo para resguardarnos del frío, el calor, la lluvia o la nieve. Vemos la televisión u oímos la radio. Podemos hacer nuestras necesidades e incluso nos dan conversación y nos enteramos de las noticias y los resultados deportivos. Podemos observar, pensar, estudiar, leer, escribir...

Y de verdad ¿es caro un café?




Hace tiempo en un bar una fotocopia, de esas creadas no se sabe dónde y difundidas gracias a este bendito coladero que es internet, reinvindicaba como antecede el precio que los menesterosos hosteleros nos cobran por un café...

Después de visitar la zona cafetalera de Nicaragua, de conocer a Don Alfredo, Doña Elsa, Doña Juanita, Hanibal, Alfredo, Luis Fernado, Enoch...

Por el precio de un café, un campesino se levanta a las cuatro de la mañana durante los tres meses que dura la cosecha. Escoge uno a uno los granos porque el café es caprichoso y no madura todo a la vez sino grano a grano, desafiando a las leyes de mercado. Recoge más de 50 kg de café en latas que le pagaran a mucho menos del precio de un café.

Por el precio de un café sus hijos saldrán a las once de la escuela e irán a llevar la comida a sus padres y a recoger también ellos sus "latas" de café. Estarán hasta que anochezca para, el que aún conserve fuerzas y voluntad, terminar agotados haciendo las tareas a la luz de la candela (en los cafetales de Nicaragua no hay luz y si la hay Unión Fenosa se encarga de cortarla)...

Por menos del precio de un café al día, cientos de mujeres trabajarán en el beneficio del café removiendo el grano húmedo al sol para que se seque uniforme, rastrillo en mano bajo el sol del trópico... Por menos del precio de un café otras tantas pasarán ocho horas al día seleccionando con sus manos el grano defectuoso, con mancha, con defecto... que queda para consumo nacional...


Por el precio de un café los campesinos se unirán en cooperativas para exportar su producto a nuestros países. Y una vez aquí será difícil encontrarlo porque el COMERCIO JUSTO no está en los supermercados...

¿Y aún te parece caro el precio del café?




Puedes informarte del café de Nicaragua en www.conleon.org