palabras ajenas (cuando los sueños se pueden tocar)

lunes, marzo 03, 2008

Hace apenas unas horas DL me ha mostrado emocionado, contenido, humilde y discreto (como es él sólo cuando "es" en serio)... el primer ejemplar de su última novela. Prometo hablar "largo y tendido" del texto cuando se publique y se presente oficialmente.... Pero de momento me gustaría volcar en este pequeño rincón de palabras un agradecimiento, dos deseos y una "descarada" alabanza.

Gracias DL por compatir tu "grandeza" con los amigos. Por hacer de la humildad la mejor garantía de tu calidad. Por la constancia, por la paciencia, por la artesanía de tu oficio y el arte de tus palabras. Gracias por recoger junto a tus palabras los nombres de aquellos que nos preciamos de ser tus amigos y que vivimos -con los celos inevitables- con orgullo tus éxitos.

Ojalá que tus palabras sigan siempre siendo como tus sueños. Inabarcables como el mar que tanto te atrae. Concretas y realizables como los proyectos que emprendes sin descanso.

Ojalá que tus sueños sigan siendo siempre de esos que se pueden tocar, que se pueden leer, que se pueden escuchar y que tu generosidad siga compartiéndolos con los viejos amigos y los nuevos, con admiradores y enemigos, con compañeros y desconocidos... Que tus sueños sean de los que tienen olores, sabores, texturas y lecturas infinitas. Que la ambición no se te acabe. Que los proyectos se te acumulen sobre la mesa. Que las ganas se te renueven. Que el tiempo se te estire. Y que el cariño sea como tus sueños infinito como el océano, palpable como las pruebas de tu amistad.

Alabar, adular, halagar, elogiar, encomiar, enaltecer, celebrar... las palabras ajenas que están a punto de nacer en forma de libro resulta fácil cuando el oficio de narrador seduce y conquista a todo el que se acerca a la escritura honesta, cuidada, preocupada de DL. Resulta sencillo alabar "descaradamente" una literatura que precisamente no tiene máscaras, ni pretensiones vacuas, que devuelve a la historia todo su valor, que permite que los personajes sean exactamente eso: personajes que reúnan, que proyecten, que acumulen nuestros sueños y pasiones, nuestras ansias y temores, que sean portadores de nuestros más íntimos deseos y que nos arrastren en aventuras llenas de magia y misterio. Porque nos hacen tanta falta palabras para soñar... Gracias.