de nuevo Nicaragua...

miércoles, enero 24, 2007

La cooperación de rostros... le gusta llamarla a una compañera del Hermanamiento... La cooperación hecha de trocitos de vida, de pedazos de corazones compartidos, de miradas cómplices, recuerdos compartidos, futuro en común...

Un regalo...

Las fotos son de Asun Utande y Pilar López. El montaje de Asun Utande. Gracias

NOPALABRAS. La vida en un post-it

sábado, enero 20, 2007


Las cosas más importantes que dijiste fueron las no-dichas. Las palabras más hermosas las que nunca escribiste. Has callado tantas veces las mismas promesas, las mismas disculpas, las mismas palabras cargadas de pasión, cariño, vida... Has no-dicho tantas veces lo que sentiste en un destello de su mirada, en su sonrisa, en el escalofrío de sus manos sobre tu piel.
No pronunciaste su nombre cuando se alejaba. O si lo hiciste no te oyó. El corazón te gritaba por dentro, se deshacía en palabras que nunca fueron. No respondiste a su primer "te quiero" ("y yo"... no es una respuesta) y las palabras no-dichas se te oxidaron en la boca. No te pareció bastante grande la palabra GRACIAS para tanto como merecía ser amado. Así que la silenciaste también. "Estoy cansado" "te deseo" "me haces feliz"... "te pensé toda la tarde" "sonrío si pienso en tu cara..."
Las no-palabras compartidas contigo sembraron la casa de silencios rebosantes de alientos, de latidos. Las no-palabras más bellas escribieron el poema precios, la novela perfecta.
Esta mañana la vida de se ha llenado de post-it con las no-palabras que nunca dijiste y que hoy han despertado en la nevera, en el espejo, en la bañera... pegadas como un post-it en su piel.

...reproches...

Escondido, agazapado, oculto en o más oscuro del alma acecha el reproche.
Heridas abiertas, sangrantes, purulentas y feas exhalan su hedor cuando el corazón se rinde, cuando presenta oficialmente su dimisión y renuncia a su propio latido.
El reproche retuerce los sentimientos, los ensucia, los mancilla, hace de ellos papel mojado, borrones de tinta sobre historias de amor.
Deudas pendientes, amor a tocateja, trueque de afectos, cuentas de la memoria, balance de los recuerdos... mercadería sentimental.
La rabia, la frustración, la tristeza que nos humilla ante el otro se nos vuelven esputos y puntas arrojadas al corazón que nos presta su latido.
Los reproches convierten la alfombra del salón en cristales arrojdos sobre el piso.
Los reproches quiebran cada acto, generoso, del que un día se pasa cuenta. Reescriben palabras hermosas, las vuelven farfullos o alaridos...
Se acumulan en el tiempo anegando la memoria y ahogando las estrellas, los romances, lo cierto.

de azucar y de viento

martes, enero 09, 2007


Vivían felices en su mundo de azucar y de viento (G. Belli)

De azucar son los besos de mujeres valientes.
De viento las ideas que cruzan los océanos.
De azucar la mirada mansa del joven-viejo, guerrillero.
De viento las palabras que vienen desde lejos.

De azucar derretida el calor de tus calles, León, ciudad endulzada, la boca del infierno.
De viento los papeles en los que se dibujan sueños, papeles volatines que inundan los desiertos.
De azucar son los ojos de Leana, la risa de los niños, el alma acrisolada, curtida, preñada, de deseos, de luchas, de lamentos.
De viento es la ciudad que crece junto a un río, que revuelve tu pelo, que expulsa los demonios, que hasta allá trajo un día rumores de los nuestros.
De azucar es la tierra que se quiebra y estalla, que alumbra los volcanes, que se extiende hacia adentro. De azucar son sus manos campesinas que arrancan a esa tierra los frutos más sencillos, más ciertos. De azucar los pies descalzos de Miladys, la voz calma de don Carlos, la sonrisa brillante de Marina bajo el palo de mango. De azucar es la plática, las ideas, los sueños, la victoria del frente, la esperanza de nuevo.
De viento es la ciudad, de viento son sus barrios atravesados de un río, nostalgia del océano. De viento las murallas que cuentan secretos susurrando al oído de los juglares muertos. De viento son las torres, el palacio, los puentes, las riberas, la plaza, el sol, los días nuevos.

De azucar y de viento, dos corazones
ardiendo en las orillas
respirando el aliento
de los que esperan transformar
lo podrido
con sonrisas y afectos.
De azucar y de viento bajo la azul mirada del Moncayo y del Cerro.

Azucar tus palabras... calala, ajonjolí, pitaya, mango, plata, la flor del Sacacuanjoche
Viento el cierzo, las trochas, tozolones, cadieras...
De azucar y de viento... "cómo no" "vale, pues"...

Azucar Matagalpa, Estelí, Los Pozitos, Tololar, Palo ´e Lapa, Cartonera, Sutiaba, San Jacinto o Achuapa.
Viento de los Monegros, Madalena, Torrero, Casablanca, Los Mayos...Pirineos

Cien mil cuadras oeste, algunas varas al sur, corazón de un continente, cerebro de una nación... vive mi hermana soñando el fresco viento que llega, barre tristezas, se endulza de modos nuevos... se aleja.

De azucar y de viento las canciones, la voz (de Norma),
las manos (de Araica), ls notas arrancadas, las horas y las noches,
la sensibilidad (de Gabriel), las lágrimas, los roces
y el sonido parido frotando corazones.

Vivían felices en su mundo
de azucar y de viento
De azucar, León, hermana.
Zaragoza, de viento.

regalo (un vínculo temporal)

viernes, enero 05, 2007

Te gusta pensar en los demás poniéndote en su piel, buscando su alegría,
unas veces para consololarlos y otras para entusiasmarlos...
Regalas tu tiempo sin límites cuando se trata del detalle,
en lo pequeño pones grandes ilusiones.
Guardas en tu corazón cada momento, cada segundo de luz en mi rostro,
a menudo reflejando tan sólo el brillo de tu mirada.
Lo que no sabes es que cada vez que envuelves un paquete...
o lo adornas, o lo escondes... te estás desprendiendo de un trocito de ti.
Es en esos momentos en los que me doy cuenta de hasta qué punto
sientes bonito, piensas bonito, amas bonito.
Un día mágico, una noche mágica más nos acompaña...
no podría vivirla lejos de ti.
Inconscientemente busco bajo el árbol tus promesas, tu tiempo, tu compañía
pero me basta con el detalle que este año te susurraron sus majestades.
Ojalá esta noche tu sonrisa llene el árbol de luz verdadera,
de tus ojos, de tus risas, de tus sueños...

Si con estas palabras aún no sabes cuál es tu regalo es que no has leído la celestina... jejej

con el contador a cero

miércoles, enero 03, 2007


Lo mejor de fin de año es la posibilidad de empezar de cero. Esto del internet y de la tecnología tiene sus cosas y borró el contador de las visitas de esta página hace unos días... Añadí otro, a cero. Aunque más tarde he recuperado el antiguo he decidido dejarlo así... a cero. Para empezar de nuevo, para darme la oportunidad de escribir como si las palabras se dibujaran por primera vez.


He decidido conservar lo viejo pero empezar a contar de nuevo. Uno no puede desprenderse de lo que siente (y ha sentido) de lo que vive (y ha vivido) de lo que le ha ido construyendo... Sería genial poder "reiniciar" el sistema operativo de nuestras vidas de vez en cuando. Pero no es así. Uno trae encima un equipaje que le pesa y le conforma, que le arrastra y le mantiene con los pies en la tierra, que le da alas y lastra los vuelos al tiempo. Uno lleva encima palabras, miradas, momentos, recuerdos, frustraciones y pequeñas victorias contra la tristeza... Uno carga con las risas y los llantos (propios y ajenos) y los va colocando como puede en los armarios del alma. Mirando adentro uno descubre tantas cosas acumuladas, tantos cacharros viejos, tantos recuerdos, tantos cariños malogrados, tanto amor recibido... que al final no se atreve a tirar nada, aún a riesgo de quedarse sin sitio para un latido más...


Uno no puede borrar sus archivos -o no debe- aunque algunos le hayan salido torpes o engolados, necios o retorcidos... Uno no puede des-decirse... porque lo dicho (y lo hecho que no son tan distintos) lo hace ser a uno eso... uno mismo...


Pero en este nuevo comienzo (convencional como todo lo mágico, como las palabras, como los nombres que amamos) la "red" me ha regalado el permiso para poner el contador a cero... para contar de nuevo como si el trastero de los sentimientos estuviera vacío, para sumar uno a uno y despacito corazones a mi propio corazón, ojos a mis palabras, lectores a estas líneas... Y sumar así amigos, razones, sensibilidades, sueños, esperanzas y oportunidades que hoy me gustaría derramar a todo el mundo... poniendo "su contador a cero".