A los 40... eres lo mejor que me ha pasado

lunes, septiembre 06, 2010

SÍ ERES TÚ... LO MEJOR QUE ME HA PASADO

1. Si mi vida está llena de sentido

2. Si soy capaz de levantar el cuello

3. Si miro de frente lo que me ha sucedido

4. Si me siento casi rozando el cielo


5. Si tengo sonrisas y sueños estrenados

6. Si mis palabras me sirven de consuelo

7. Si mis ojos aún no se han cegado

8. Si mi alma se levanta del suelo


9. Si no me importa madrugar por las mañanas

10. Si conservo los amigos y los miedos

11. Si no dejo de ser torpe y malacara

12. Si me besas con gesto dulce y quedo


13. Si me haces mejor con cada frase

14. Si me acompañas llenando los silencios

15. Si me das mucho más que lo que espero

16. Si me dejas sonriendo en los desvelos


17. Si no sé ya sin ti llenar el tiempo

18. Si ya no encuentro molestias ni defectos

19. Si me dejas sin aliento con tus besos

20. Si te sigo sordo, mudo o ciego


21. Si nos espera el futuro tras la puerta

22. Si nos buscamos con los ojos en los huecos

23. Si no están nuestros sueños desiertos

24. Si vivimos todo el tiempo alerta


25. Si tu vientre engendra mis deseos

26. Si llenas de alma mi interior vacío

27. Si nada es tuyo ni nada es sólo mío

28. Si mis palabras son apenas balbuceos


29. Si no hay temblor que no habite tu pecho

30. Si tus palabras están llenas de aliento

31. Si tus manos se mueven contra el viento

32. Si mis ojos te ansían al acecho


33. Si cada día es un reto o un tropiezo

34. Si no soportas la injusticia ni las dudas

35. Si te arrojas sobre la vida a oscuras

36. Si me dejas boquiabierto en los espejos


37. Si me faltan palabras para amarte

38. Si no hay canciones que alcancen a soñarte

39. Si no encuentro ni qué regalo darte

40. Si no soy más que una parte de tu parte


SÍ ERES TÚ... LO MEJOR QUE ME HA PASADO

Si eres tú

Gracias a Spotify y a un cierto arrebato de nostalgia que nos llevó a buscar y escuchar todo lo que Rosa León llegó a grabar que no fuera para niños... apareció en nuestras vidas una canción que en estos días de emociones y comienzos me hizo saltar las lágrimas.


A medio camino entre la parroquia y el melodrama, parte del repertorio más clásico de los clásicos "Mocedades"... nadie ha escrito una frase más simple y más necesaria. Soy lo que soy, escribo lo que escribo, vivo, amo, siento, canto, vibro, sueño... porque ERES TÚ LO MEJOR QUE ME HA PASADO.

Si eres tú (Ángel Guinda)

Si me despierto y está azul el cielo
Si voy a la cocina y no hay cerillas
Si echo a rodar mi vida por el suelo
Si al quererme sentar no encuentro sillas

Si eres tú
Si eres tú lo mejor que me ha pasado
Si eres tú lo mejor que me ha pasado
Si eres tú

Si me duelen las muelas y me amuelo
Si está la ciudad llena de octavillas
Si la luz se desata por tu pelo
Si mi infancia es un tren sin ventanillas

Si eres tú
Si eres tú lo mejor que me ha pasado
Si eres tú lo mejor que me ha pasado
Si eres tú

Si a mi sueño le faltan muchas camas
Si es nuestro amor luchar codo con codo
Si arderán los demás de nuestras llamas
Si tu me faltas ya me sobra todo

Si eres tú
Si eres tú lo mejor que me ha pasado
Si eres tú lo mejor que me ha pasado
Si eres tú


Para colmo indagando descubro que el poema es de un conciudadano e intuyo que tío de una antigua alumna... Casualidades. Benditas casualidades.

sentirse bien (está sobrevalorado)

miércoles, septiembre 01, 2010

Sentirse bien. Las vacaciones de verano son una época especialmente propicia para cumplir con la penúltima de las obligaciones surgidas de una sociedad sin ganas ni hondura: sentirse bien. Hay que disfrutar las vacaciones, viajar, leer, ir a conciertos, comer y beber en exceso, amar, reír, cantar... y todo aquello que nos sirva para camuflar el descontento, la frustración o la tristeza del resto del año.

Mis circunstancias vitales (y sobre todo las tuyas) me han obligado a vivir de cerca la sensación de no encontrarse "nunca del todo bien". El cuerpo tiene su ritmo y casi nunca responde (excepto en la adolescencia y entonces no lo valoramos) a nuestras expectativas. El alma también tiene su ritmo y, a veces, nos pone más trabas que almohadones en el desesperante camino hacia la felicidad que se ha convertido en una utopía de las sangrantes y generadoras de frustración.

El dolor físico, las molestias, la tristeza, la depresión... se imponen en la vida como realidades inapelables. Podemos teorizar lo que queramos, sublimar incluso el dolor. Pero éste no ceja porque lo ignoremos o porque entonemos aleluyas a unos u otros diosecillos de la felicidad de saldo.

La alegría poco tiene que ver con todo esto. La "perfecta alegría", la auténtica felicidad tiene más que ver con la paciencia, con el saber acomodar las emociones a nuestra vida, con saber encajar y permitir que broten nuestras imparables ganas de vivir en cualquier circunstancia.

Mis circunstancias vitales (y sobre todo las tuyas) me han hecho percibir que estoy lleno de la alegría profunda que viene de adentro y va mucho más allá del "bien-estar". Me han hecho saber de la felicidad que da mirarte sin obtener una sonrisa. De la alegría de velar tu sueño y tus vigilias. De la profunda satisfacción de dejar que las horas pasen preocupado a cada minuto por los pliegues de tus sensaciones.

Porque mientras el cuerpo no aguanta, la mano no tiene fuerza para asirse al cabo de la vida, las mañanas son duras y las tardes cansinas... la vida sigue construyéndose a nuestro alrededor y a nuestro lado. Porque desde lo hondo nos viene la gracia de sabernos amados a pesar de nuestras miserias. Porque desde lo alto nos visita el sol incluso con las persianas bajadas.

Porque "sentirse bien" está claramente sobrevalorado.