Carretera y manta

lunes, julio 17, 2006

Es tiempo de verano, descanso y vacaciones. Por estas fechas parece que crece nuestra necesidad de hacer kilómetros, de alejarnos de la rutina o del hogar, de apartarnos... Vicente Verdú en su último libro Yo y tú, objetos de lujo reflexiona acerca del viaje señalando como "un hombre culto y viajado del siglo XIX hacía muchos menos kilómetros que cualquier estudiante universitario de nuestro país en nuestros días"... Nos hemos acostumbrado a desplazarnos, a conocer otros lugares y ambientes. Nos movemos demasiado rápido y probablemente no acabamos de ver lo que miramos... Sin embargo sigue siendo una necesidad la de salir...la de dejar a nuestras espaldas la distancias necesarias para descansar de verdad... para hacer aquello que llamamos "desconectar"... El viaje tiene propiedades terapéuticas... nos desarraiga, nos arranca del anquilosamiento y nos libera de los "pendientes" que llenan la vida (desde pasar por el banco o colgar ese dichoso cuadro en la pared... a mantener esa conversación que dilatamos o "hacer números"). El viaje se defiende a sí mismo. Se basta a sí mismo. Según van avanzando los kilómetros se siente uno ligero y se encuentra con lo único de lo que no se puede escapar... con uno mismo... Se pierde en comodidades y se vence en necesidades. En ruta apenas se necesita un mapa (desplazarse sobre el papel es ya el primer viaje) un destino (no siempre real, ni siquiera verídico) y buena compañía... En verano y en cualquier época... carretera y manta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pepe! soy carmencica, q razon tienes en esto del viaje, te aleja de todo, y muchas veces sirve para huir de muchas cosas y encontrar tanto en el camino como en el destino la solucion para que a la vuelta afrontes aquello de lo que quisiste marchar con mucha fuerza!!!