palabras "de más"

lunes, enero 28, 2008

Hay palabras que sobran, que estorban, que interrumpen, que no dicen nada. Hay palabras que, como una visita inoportuna, están de MÁS.

En el (casi) sagrado acto de la escucha hay palabras que, como en la más cruel de las antiguas tradiciones, matan al mensajero: las palabras de Otro que se habían regalado honestas, sinceras, generosas. Los "sí...pero", los "es que...", los "sin embargo", los "yo pienso...", los "en mi opinión..." destruyen la belleza, la novedad, la sorpresa encerrada en el relato del Otro, que es su propia vida, cuando es de verdad.
Palabras que matan en lugar de dar vida, en lugar de animar, de extender, de estimular, de encender... las palabras que me das. En lugar de tirar del hilo como los "cuéntame más...", los "explícamelo", los "enséñame", los "hazme entender"... cortan la hebra que teje los sueños.
Sobran las palabras que dudan, que cuestionan, que critican, que ironizan, que matizan, que provocan.
Poner "reservas" a las palabras del Otro es "guardarse", "reservar" mi propio pensamiento, mi propia verdad. Escatimar mi atención y mi mente por miedo a disolverme en tu historia, en tu cuento, en tu verdad.
Las palabras dan tanto miedo como el amor. Y si no deja uno que los besos, las palabras, se extiendan, se alarguen, se vuelvan soberanos... no acariciaremos jamás el rostro del amor, el olor de la verdad. Cada palabra medio-escuchada es un beso mal dado y una caricia descuidada. Cada palabra enterrada en matices, discursos, disensos, debates y polémicas es una palabra perdida, una palabra de menos. Y las mías, ahora ya, palabras "de más".

6 comentarios:

Mario Salgado Montenegro dijo...

Brillante , sentido , intenso admiro la pasion con que escribes y realmente tocan el alma tus palabras

Pepe Trivez dijo...

Gracias amigo, al final las palabras sólo cobran sentido si son compartidas... aquí y al otro lado del océano.

Abril Lech dijo...

Me gusto mucho tu texto.
Conozco quienes usan las palabras para esconder, esas no miran y rehuyen toda mirada.

Anónimo dijo...

Cualquier palabra también estaría "de más" ante esta pequeña joyita que nos punza en lo profundo. No quiero correr el riesgo de traicionar ni una sola línea, de evitar disolverme.

Así que me quedo con: GRACIAS. Simplemente.

Anónimo dijo...

Lúcido texto. Lo triste es que la realidad nos obliga a acorazarnos con esas "palabras de más", pues con demasiada frecuencia las historias de los demás nos llegan afiladas como cuchillos.
De todos modos, comparto la acusación implícita en tus líneas: haemos un uso abusivo de esas "palabras de más". Y así nos perdemos a los "demás".

Analía dijo...

Me gustó mucho tu blog. Paso por primera vez por acá.
Pensaba en esas palabras medio-escuchadas que decías como besos mal dados o caricias descuidadas... Y pienso en algunos momentos de este día en donde el cansancio, o algunas preocupaciones, o simplemente no ganas de entregarme a la escucha, me dejaron esa sensación de "beso mal dado" que decís.
Mi palabra para hoy es: GrAcIaS por el regalo de estas palabras tuyas para pensar un poco.
Un saludo!