llamadas perdidas

lunes, febrero 08, 2010

Más de 90 llamadas en tres días. Mensajes sin responder y el buzón de voz repleto de ternura y buenos deseos. El corazón no da abasto para contestar cada latido que estos días ha palpitado tan cerca. Las palabras nos cubrieron como una manta en las noches de hospital y los signos de interrogación tejieron una colcha de bienvenida en nuestra casa.

La vida es dura a veces así, sin ton ni son. Pero las oraciones, los pensamientos, la preocupación y el cariño dulcifican sus aristas a base de montañas de caricias. Cada pregunta, caricias. Cada timbre del teléfono, caricias. Cada caja de bombones, caricias. Cada minuto de espera, caricias.

Llamadas perdidas que son como besos, lanzados al aire. Puede que no lo sepas pero he visto como las heridas se cierran por cada minuto de móvil regalado. Tanto cuidado, tanta ternura son un bálsamo que cicatriza las horas perdidas de sueño, los dolores, las acrobacias en la ducha, los cambios infinitos de postura en el sofá, las muletas, las vendas...

Aunque este mensaje se quede en la bandeja de SPAM: gracias a todos por quererla (casi) tanto como yo.

4 comentarios:

Rebeca Gonzalo dijo...

Hermosa y sentida entrada. El amor duele, pero la recompensa puede ser infinita. Me ha encantado cuando hablas de la forma de sanar la herida. Un abrazo.

Anónimo dijo...

que bonito. otra manera de sentir la vida, ver las llamadas perdidas como caricias, me gusta. un abrazo Ainhoa

Mariaje dijo...

Gracias por ser vosotros una caricia en mi vida y en la de muchos...

Edu! dijo...

He llegado al blog y en concreto a esta entrada por Borja. Me ha gustado mucho y me ha emocionado. Yo tuve un proyecto de blog pero no soy constante en estas cosas, así que lo abandoné.

Un abrazo fuerte para Asun y hazle saber que pronto llegará mi email.