sentirse bien (está sobrevalorado)

miércoles, septiembre 01, 2010

Sentirse bien. Las vacaciones de verano son una época especialmente propicia para cumplir con la penúltima de las obligaciones surgidas de una sociedad sin ganas ni hondura: sentirse bien. Hay que disfrutar las vacaciones, viajar, leer, ir a conciertos, comer y beber en exceso, amar, reír, cantar... y todo aquello que nos sirva para camuflar el descontento, la frustración o la tristeza del resto del año.

Mis circunstancias vitales (y sobre todo las tuyas) me han obligado a vivir de cerca la sensación de no encontrarse "nunca del todo bien". El cuerpo tiene su ritmo y casi nunca responde (excepto en la adolescencia y entonces no lo valoramos) a nuestras expectativas. El alma también tiene su ritmo y, a veces, nos pone más trabas que almohadones en el desesperante camino hacia la felicidad que se ha convertido en una utopía de las sangrantes y generadoras de frustración.

El dolor físico, las molestias, la tristeza, la depresión... se imponen en la vida como realidades inapelables. Podemos teorizar lo que queramos, sublimar incluso el dolor. Pero éste no ceja porque lo ignoremos o porque entonemos aleluyas a unos u otros diosecillos de la felicidad de saldo.

La alegría poco tiene que ver con todo esto. La "perfecta alegría", la auténtica felicidad tiene más que ver con la paciencia, con el saber acomodar las emociones a nuestra vida, con saber encajar y permitir que broten nuestras imparables ganas de vivir en cualquier circunstancia.

Mis circunstancias vitales (y sobre todo las tuyas) me han hecho percibir que estoy lleno de la alegría profunda que viene de adentro y va mucho más allá del "bien-estar". Me han hecho saber de la felicidad que da mirarte sin obtener una sonrisa. De la alegría de velar tu sueño y tus vigilias. De la profunda satisfacción de dejar que las horas pasen preocupado a cada minuto por los pliegues de tus sensaciones.

Porque mientras el cuerpo no aguanta, la mano no tiene fuerza para asirse al cabo de la vida, las mañanas son duras y las tardes cansinas... la vida sigue construyéndose a nuestro alrededor y a nuestro lado. Porque desde lo hondo nos viene la gracia de sabernos amados a pesar de nuestras miserias. Porque desde lo alto nos visita el sol incluso con las persianas bajadas.

Porque "sentirse bien" está claramente sobrevalorado.

7 comentarios:

Pacosm dijo...

¡Y tanto!

Nerea dijo...

¡¡Chapó!!

Como siempre... :)

Jul dijo...

Guaooo... =)

Sophía... dijo...

“Sentirse bien está sobrevalorado”. Y es cierto, se suele confundir mucho con lo superficial, pero la felicidad es algo mucho más profunda, mucho más etérea por así decirlo.

No sé a quién va dedicado esto, pero me he sentido identificada. Cuando tienes un punto de comparación y te das cuenta de lo recóndita que es la felicidad.Y sin embargo, la encuentras mientras le das la mano a una de las personas más importantes en tu vida o mientras velas por ella.

Me gusta mucho este escrito. Es, sinceramente magnífico…

Anónimo dijo...

Para mi sentirse es lo importante. Haya lo que haya, alegria, tristeza, rabia, miedo...sentir los olores, los colores, las miradas, los abrazos,.... sentir la vida y lo que nos ofrece a cada instante
un abrazo
Ainhoa

Unknown dijo...

Busqueda de sentirse pleno.... al encontrar en nosotros el equilibrio de estar bien con las personas que te rodean convives y dejar de sentir molestia, preucupacion , dolor por las que no estan...hacer lo que disfrutas sin dañar terceros ni ati... encuentras paz estabilidad emocional disfrutando lo que haces...

Santiago dijo...

hay que disfrutar de las pequeñas cosas, estar con la familia, con amigos, de poder estar feliz cada mañana cuando uno se levanta haciendo lo que a uno le gusta. yo disfruto de viajar, de recorrer el mundo, en unos meses voy a sacar pasajes a Caracas y luego me ire por Europa. espero tener una linda experiencia