LEJOS

miércoles, noviembre 15, 2006

Sentada en el porche de la plaza, la mirada perdida, pensamientos líquidos. Las palabras han logrado cruzar los océanos, atravesar montañas, superar los angostos desfiladeros de la distancia. Muchas naufragarán en el proceloso sobre-entendido, otras vagaran perdidas sin un gesto al que agarrarse, sin entonación que las amarre, que las asegure al fin último de sus signos: comunicar corazones.

Las palabras se le derriten el el pecho y se le enquistan maceradas en el regazo del tiempo. No puede vivir en un pasado que no recuerda ni habitar un futuro que se le esconde. Peró sí siente que vive LEJOS, apartada, convertida en un adverbio de lugar... ajena.

No hace tanto que se marchó y, sin embargo, el tiempo se ha dilatado tanto... que empieza a borrar las huellas de su rostro que guardó al fondo, escondidas, en el cajón de la memoria.

Tamborilea los dedos nerviosos sobre los muslos. No lo espera hoy pero está nerviosa. Decide moverse, levantarse, caminar. Pero no lo hace. Permanece quieta, sentada en el porche de la plaza, la mirada perdida, pensamientos vivos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es tan fácil sentirse lejos... perder las palabras. Y las tuyas siempre consiguen acortar las distancias...
A riesgo de repetirme... Gracias