sueños compartidos

jueves, febrero 15, 2007

Sueño con un amor ancho y profundo, un amor de "sentido", con-sentido y esencial. Sueño con despertarme cada mañana a tu lado y recibir el aire que respiraste. Sueño con un diálogo de miradas en el que lo digamos todo. Sueño fuerte y lento con días perezosos a tu lado.

Sueño con palabras que se unen, con historias hilvanadas por la intriga, personajes, la memoria... Sueño con novelas, con relatos blanco y negro. Sueño con hacer de mis palabras relatos-puente que ayuden a cruzar al otro lado, a ensanchar horizontes, a dilatar corazones, a borrar los límites difusos de la mente. Seño con escribir para los que no me leen.

Sueño con una tierra lejana. Un pedazo de terruño fértil y en barbecho. Polvo negro arrancado a la falda del cerro. Sueño con palos verdes al borde del camino, con vestidos de fiesta, y un mar de piñas. Sueño con un ranchito y un cobijo de sombras, con el sonido de vasos al chocar y el estruendo de sonrisas. Sueño con las manos sucias, agrietadas, satisfechas, con el trabajo común y las oportunidades repartidas.

Sueño con un mundo de palabras, con metáforas imposibles y gestos insensatos. Sueño con cambiar el paradigma, con enterrar la rabia, con desarmar al miedo. Sueño con un bosque de palabras, con sus zonas oscuras, con su frío de sombras. Sueño con cambiar -el mundo no, o tal vez sí- la mirada y soñar a los otros mejores, más libres. Sueño con océanos de sueños, olas de ilusiones, marejadas de esperanza...

Y lo mejor... es que sueño sin cerrar los ojos. Y lo mejor... es que "robo" tus sueños y los hago míos. Y lo mejor... es que son sueños... compartidos.

4 comentarios:

Rafa Lacambra dijo...

Dicen que los momentos felices (porque la felicidad como estado permanente creo que es una falacia) son más intensos mientras nos imaginamos lo que va a suceder que antes de que se produzcan los propios acontecimientos y las vivecnias que prevemos nos van a reportar cierta felicidad, esa felicidad que todos deseamos.
Pero cuando los sueños se comparten, todavía se intensifica más el bienestar. Cuando uno se imagina el terruño lejano con los amigos que le cuidan (esos amigos a los que les has dicho "te me quedo"), cuando uno piensa en ese lugar lejano donde se comparte la risa y la esperanza, el brindis y el atardecer mirando cómo la luz grana tiñe el cerro oscuro, con gente de aquí y de allá, se incrementa la sensación de felicidad, de esa felicidad previa a que los sueños se conviertan en realidad.

MI GRAN PASION dijo...

realmente bonito

litleyess dijo...

Hola
Buenos dias, Me llamo yess, y el dia de hoy fue extraño.. me conecte al web para buscar un bestido bonito de moda, pero sin kerer entre a esta pantalla y kiero decir k fue muy grato leer tus pensamientos, son realmente bonitos y reales...

Anónimo dijo...

Hermosa conjunción de palabras y sueños las que brujulean por tu blog. Un saludo.