Este pequeño y jodido país. Nicaragua I

sábado, agosto 05, 2006

Este pequeño y jodido país está preñado de esperanza. A pesar de los vaivenes y las tormentas políticas y meteorológicas. Escurriéndose entre las placas que de vez en cuando abren en canal sus entrañas... la vida brota como la lava de sus volcanes, como el vapor de los hervideros de San Jacinto. Managua es la gran urbe, peligrosa y extensa que encierra rincones hermosos y oportunidades. León la boca del infierno. Matagalpa la montaña salpicada de café. Y Estelí el comercio del norte. Este pequeño y jodido país no aparece en las guías y los cheles y los gringos -muy a su pesar y a pesar de su presencia- aún no lo han profanado. No aparece en las guías ni falta que hace. Porque este pequeño y jodido país tiene una geografía y un paisaje que se esconde a las miradas del turista y el oportunista. El paisaje y la geografía de este pequeño y bendito país es sobre todo (por encima de todas las cosas) y en el fondo (en lo esencial, en lo profundo) un PAISAJE HUMANO. Hecho de rostros e historias, cincelado de triunfos y revoluciones dormidas. Construidocon el alma de un pueblo que es nada más -y nada menos- que eso, PUEBLO.
Y por si un día se pierden en los pozos de la memoria, por si un día se borran los rostros que hoy nos dejan mirar, asomarnos a su tierra, a su historia, a sus vidas... ahí va una lista de historias pendientes. Ahí va en los primeros días... mi Nicaragua:

Mi Nicaragua es la risa de Urania, los brazos desnudos de Enrique, la "pena" de Moisés, Don Ramón el hombre tranquilo, Jimmy o el don de gentes, Gioconda y la risa fácil, José Abraham el hombre con ganas de agradar, Antonia la maestra señora, Patri la niña-maestra, Flor justiciera y marchita, Nestor y la rigidez del fraile de Sandino, Karen la niña artista, Belkis la madre que mira, Nora, la gorda bella, Profesora Yolanda, el anillo de la viuda, Alfred(ito) el guía, Hanibal el niño que fue soldado, Don Alfredo el esposo de..., Doña Elsa la mujer sabia, El marido de doña Juana el violín y el granero, Doña Petrona y las niñas tristes, Enoch el niño sin zapatos, Luis Fernando, loco por los cheles, Yulima la niña que cuenta hasta cien, Enrique el chófer bailarín, Fran el hermano pequeño, el compositor de Matagalpa, Don Oscar el nica pelirrojo, Leana y la presencia constante, Ofelia, El Jackson, Norma Elena en Ruta Maya, los dedos de Araica...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nicaragua es la niña de la foto... posee una belleza limpia e inocente que atrapa y una tristeza en el fondo de su mirada que desmiente su edad. El dolor y la esperanza no se pueden separar... Estan en el mismo rostro y no permiten sino acompañarlos o alejarte...

Anónimo dijo...

Leyendo vuestras palabras, Pepe y Asun, me doy cuenta de la fuerza irreprimible que tiene la realidad, las historias reales. El lector que asiste a ellas intuye detrás de cada línea las vidas que jamás se hubieran cruzado con la suya de no ser por el texto, y la lectura se convierte en algo solemne, trágico.
Desde aquí, en mi pequeño espacio acomodado, casi me parece injusto modelar ficciones cuando hay tanto ahí fuera con el magnetismo poderoso de lo auténtico. Tantas historias de personas que no han podido elegir -en el fondo, casi nadie elige del todo, son las circunstancias las que deciden por ti-, personas que no se detienen a cuestionar su suerte; simplemente, luchan.
Seguiré escribiendo, aun a sabiendas de que mis historias jamás tendrán un ápice de la fuerza que derrochan vuestros testimonios. Gracias por compartirlos.

Y cuidaos mucho.

Anónimo dijo...

Ese pequeño y jodido país es lindo. No será quizá la octava maravilla, pero tiene un paisaje pintoresco que tranquiliza y arrebata. Y no lo decimos sólo nosotros, los nicas, sino los turistas que por casualidad nos descubren y lo cuentan en sus escritos por toda la internet... ese pequeño y jodido país es brujo para el que lo conoce y siempre maravilloso para los que no terminamos nunca de aprender de él.

Saludos...