La vuelta al cole..."de ventanas y de puertas"

martes, septiembre 12, 2006

Septiembre es el mes de los principios. La "vuelta al cole". La vida vuelve a sus cauces cotidianos, a su miserias y a sus milagros "de andar por casa". Muchas agendas no comienzan ya en el mes de enero sino en septiembre, el mes de los principios.

Miles de niños y adolescentes, cada vez más diversos, cada vez más distintos y siempre tan iguales como siempre, comienzan estos días su nuevo curso escolar. Miles de profesores, educadores y padres recomienzan su labor y tratan de renovar la ilusión entre el desencanto y las dificultades de cada día.

Para muchos la educación es como una puerta abierta por la que "mirar afuera". Una puerta que invita a entrar, que invita a asomarse al exterior, una puerta (o cientos de ellas) que lleva al futuro, a la felicidad en el mejor de los casos... Una puerta que muchos padres y educadores no se atreven ya a cruzar pero que aún señalan a los niños y jóvenes que pasan a su lado. Una puerta que tal vez tiene demasiados barrotes que protegen lo que hay dentro pero impiden llegar afuera. Una promesa. Posibilidades. Oportunidades. Futuro.

Es importante que la educación sea la "puerta" que permita que nuestros niños y jóvenes entren de pleno derecho en esta sociedad nuestra (tan poco social, y tan poco "nuestra") que la atraviesen y transformen y reparen los sueños que hemos ido rompiendo con los años y las decepciones. Es importante señalar las puertas que abran el futuro.

Pero todavía mejor enseñar a no quedarse ahí, a no mirar sólo las "puertas oficiales" que la sociedad nos (les) ofrece, enseñar a ser capaz de buscar alternativas, enseñar a atreverse a ser diferentes de nosotros, mejores. Atreverse a usar LAS VENTANAS. En este mundo lleno de hermosas puertas que ofrecen un futuro artificial tras unas rejas (la desinformación, la manipulación, la injusticia, el orden establecido) que impiden luego atravesarlas... siempre quedarán las VENTANAS. Ventanas para asomarnos al mundo o para entrar en él. Ventanas para crear su propio camino, ventanas para saltar al interior de un hogar (este mundo de todos) que les necesita más de lo que se atreve a reconocer. Ventanas donde los niños y los jóvenes de hoy tiendan sus telas de colores y lo cambien todo.

El buen profesor muestra a sus alumnos las puertas que se le ofrecen delante e incluso les da las "llaves" para franquearlas. El profesor osado, valiente, honesto, ilusionado, utópico les señala también las ventanas por las que colarse y transformar un mundo con el que no podemos estar conformes.

2 comentarios:

david claud dijo...

No sé, supongo que cuando nosotros llegamos pensaríais lo mismo de que yo ahora, pero la cosa es que yo les veo cada vez más evolucionado a los jóvenes que llegan a bachillerato, no sé, yo me veía mas chaval, y ahora casi parecen universitarios, tan suyos, tan independientes...
Bueno, da lo mismo, el caso es que cada día estoy más contento de la educación que he recibido, y cada día que pasa son más los buenos recuerdos que quedan en mi cabeza, y porqué no decirlo también, en este pequeño corazón.
Simplemente pasear por los patios, escuchar la vieja lección de lengua en la voz de quintana, o veros hace que los pelos se me pongan como escarpias...
Bueno, ya escribiré algo en el blog, y te seguiré leyendo,
de verdad que muchas gracias por todo!!!

Anónimo dijo...

Entro cada día buscando de nuevo tus palabras... No abandones a tus lectores ;)